No sólo las mujeres se preocupan por cómo saldrán en las fotos: los hombres también. Roman lo demuestra en esta sesión que hicimos recién estrenado el 2015 por el centro de Barcelona. Fue una sesión muy tranquila, con una luz especial de invierno y con adornos navideños por todos lados.
La ciudad en esos días hervía de gente caminando arriba y abajo, tráfico denso y prisas para tenerlo todo listo antes de que llegaran los Reyes Magos. Sin embargo, conseguimos charlar y distraernos del entorno para conseguir unos retratos que mostraran su lado más favorecedor, aunque he de reconocer que también se prestó para realizar algunas fotos muy divertidas.
Roman me pidió las fotos por el simple hecho de que no tenía fotos de él. A pesar de haber viajado mucho y tener una cuenta repleta de recuerdos en flickr, me comentaba que no se hacía fotos a sí mismo; al parecer no ha sucumbido a la moda de los sefies :-P