A veces no es necesario irse muy lejos para ver un paisaje bonito. A veces los paisajes más bonitos no están exclusivamente en la naturaleza. Un ejemplo urbano muy visitado en Barcelona es el anillo olímpico de Montjuïc.
Es un sitio amplio, luminoso y con más posibilidades de lo que pueda parecer a simple vista: largas escaleras, cascadas de agua y una buena panorámica de la ciudad. Es una zona en la que se celebran desde conciertos hasta competiciones internacionales en el Palau Sant Jordi. La luz por la tarde es muy bonita desde allí arriba y se puede observar uno de los atardeceres más bonitos de la ciudad.
Judit habló conmigo para sorprender a Eder regalándole una sesión de fotos para su cumpleaños y no pudo escoger un lugar mejor en un entorno urbano. Los nervios delante de la cámara puedo decir que fueron inexistentes: ellos son una pareja muy expresiva y cariñosa que no dudó en pasárselo bien. Las fotos lo demuestran aunque es mejor que opinéis por vosotros mismos :-)