Emma, a sus 11 días de vida, es tranquila y una muy buena modelo :-)
Gran parte de la sesión la pasó durmiendo, aunque también hicimos las pausas necesarias para que comiera, ¡que eso es lo primero!
A pesar que es cierto que aún no tienen el color de ojos definido cuando son tan pequeñitos, los de Emma a estas alturas ya nos dan pistas de que serán preciosos.
Cuando son tan chiquitines es estupendo poder hacer fotos de recién nacido ya que suelen estar la mayor parte del tiempo dormidos, más tranquilos y los ruidos que podamos llegar a hacer mientras hablamos no les molestan aún demasiado. También tienen aún muchísima flexibilidad y es perfecto para las poses más acurrucaditas.
Sin duda ella era la protagonista, pero es imposible no intentar captar las caras de felicidad de sus orgullosos padres a la vez.
Aquí os dejo con una selección de las que más me gustan.