Hace unos días ya que decidimos pasar una mañana de lunes festivo paseando por el nuevo Mercat del Encants de Barcelona. Un sitio que hacía tiempo quería visitar por las imágenes reflejadas en el techo, y como se puede ver en las fotos que he seleccionado, es hacia donde más apunté la cámara ese día.
Puestos de todas clases: ropa, segunda mano, música, cachivaches de otro siglo, comida, bebida… La animación de los pasillos que recorren el recinto se contagiaba y daban ganas de seguir descubriendo puestos y gente sin igual.
Lo que más me impresionó fue la avidez de un grupo de personas comprando disfraces… La antelación de la compra respecto a la festividad que acabamos de pasar y lo ajustado del precio que anunciaba el vendedor por poder vestirse como un superhéroe fue de lo más llamativo del día.
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