Las bodas están cargadas de emoción. Por muchos motivos. Por la historia que cada pareja vive. Por las sensaciones que acompañan a los novios en ese día. Por las risas, el amor y las lágrimas que inundan una celebración así. Por todo eso, me involucro con cada pareja y cada boda de forma auténtica. Sincera. Apasionada.
Me importa vuestro día. No es algo que diga para caeros bien. Me importa que todo salga bien. Quiero ayudaros a que conservéis un recuerdo bonito de algo tan único y en lo que habéis puesto tanto empeño como es el día de vuestra boda. Quiero emocionaros con las fotos de vuestra boda.
Mi trabajo no sólo consiste en haceros fotos... También consiste en que me contéis, a medida que se acerca el momento, cómo será vuestro día: las sorpresas que prepararéis, los detalles, las personas que son importantes para vosotros y no pueden faltar en vuestras fotos... Me gustará tener toda esa información para que cuando llegue vuestro día no estéis pendientes de si hemos hecho una u otra foto. De eso ya me encargo yo. Es por eso que lo haremos con antelación y nos iremos viendo y hablando para definir el ritmo que seguirá el día que vosotros habéis preparado con tanto mimo. Así no se me escapará ningún detalle.
Contaré vuestra historia, no la de nadie más; de forma que cuando veáis vuestras fotos os volváis a enamorar del día de vuestra boda. Que os den ganas de casaros otra vez. No veréis la repetición de la boda de alguien más que en su día ya fotografié. Haré todo lo que esté en mis manos para poder veros emocionados con vuestra historia de boda. Naturalidad en el momento justo, naturalidad compartida entre vosotros y mis cámaras. Como debería ser. Mi objetivo es que tengáis el mejor recuerdo posible de vuestra celebración de amor.
Las bodas me hacen sentir bien. Las bodas son emoción en estado puro. Me encanta poder ver esa emoción en vosotros y en la gente que os quiere y os acompaña en un día tan irrepetible. El momento más especial para mí en una boda no es uno en concreto: son todos esos pequeños momentos cargados de emoción que quiero que podáis recordar siempre. Estaré ahí para fotografiarlos por vosotros. Y si consigo emocionaros con ellos, será la manera de daros las gracias por haberme permitido ser partícipe de un día tan especial.
Os entregaré una historia que permanecerá con vosotros por el resto de vuestras vidas. Y que espero os emocione eternamente.
