Mireia y Albert tenían claro que querían unas fotos en la playa para su preboda. En su caso nos fuimos a Calella y recorrimos un par de playas antes de terminar en la Platja Gran de Calella.
Las prebodas son sesiones perfectas para conocernos antes del gran día. Para quitarnos miedos delante de la cámara. Para que entre nosotros no haya tantos nervios ese día. Para poder daros algunos trucos a la hora de posar que os harán estar más relajados. Para buscar un poco de complicidad pareja-fotógrafa.
También son ratos para pasarlo bien, reír, disfrutar del sol y del mar (o de la montaña o la arquitectura) y por supuesto, de tener un recuerdo bonito antes de estar casados.