Creer en el amor verdadero. Eso es lo que parejas como María y Xavi consiguen transmitirte cuando estás con ellos. Y no me refiero a ese amor de película, a ese amor que solo guarda las apariencias o a ese amor que culmina cuando al final el príncipe rescata a la princesa.
Amor verdadero es para mí ese que resiste el día a día, que está hecho a prueba de rutina y que supera los obstáculos que se le ponen en medio. Que se compone en gran parte de respeto y comprensión, y ya si eso, dejamos para el final las fantasías románticas que llenan salas de cine o nos acompañan las sobremesas del domingo.
Gracias a eso, a ese amor del bueno, del que se escribe con mayúsculas, pronto estará con ellos su primer hijo, Eric.
Mientras esperamos, estoy contenta de poder compartir con vosotros una selección de fotos de la sesión que hicimos en su casa hace unos días.
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