En este post personal quiero compartir la boda de mi primo Roberto y Verónica en Valladolid. Aunque fui como invitada, no pude evitar llevarme la cámara y tomar algunas fotos robadas de los novios y de todos los invitados que acudimos a celebrar con ellos ese día tan especial.
El hecho de no ser la fotógrafa oficial me obliga a tener especial cuidado con los fotógrafos que han contratado los novios, para no meterme en medio de su camino, no estropear alguna foto intentando estar más cerca de los novios que ellos o molestarles de alguna manera.
Así, siempre que agarraba la cámara, miraba antes a mi alrededor para no entorpecer su trabajo de ninguna manera.
Estas fotos están hechas disfrutando del momento aunque también pensando en que a los novios les gusten, sin duda!
Un resumen de mis favoritas de ese gran día. ¡Enhorabuena pareja!